Al filo del infierno



Hay pocas cosas que me den miedo en las películas de terror. En serio, aún no hay una que haya logrado acojonarme lo suficiente como para pasarlo mal una noche. Pero sí hay algo que me da auténtico pavor: que existan esta clase de películas impunemente. Y lo que es peor, que me guste verlas. El daño cerebral que me produjo esta bazofia infernal ya no se podrá enmendar nunca, pero al menos nos vamos a reír un rato con otra "película destripada".

La historia (por llamarla de alguna manera) es como sigue: unos rockeros van a una casa en un bosque perdido en busca de inspiración para su nuevo disco, pero por lo visto hay unos seres malignos rondando por la zona y se las van a hacer pasar putas. O eso pretendían hacernos creer.

Vamos a morir todos, pero nos da igual.

Nada más aparcar la caravana y dejar las maletas en la casa, vamos intuyendo que todos los protagonistas son gilipollas. No por nada en especial, pero es algo que se huele en el ambiente. Un par de tirillas, unas jovenzuelas y un cachas anabolizado son el espectacular elenco de esta obra de sanatorio. Después de una cena cutre y hablar de estupideces, los tipos estos deciden que la mitad de la noche es un buen momento para ensayar sus grandes éxitos. Como ser actor era poco para nuestro fornido protagonista, también es el líder de la banda y cómo no, se lucirá dando el cante en un par de momentos a lo largo de la cinta.

Y ya va siendo hora de que alguien se muera, ¿no? Pues el primero en ir al hoyo es el mánager del grupo. Los demonios, que son muy cucos, lo tientan con un par de tetillas y el muy bobo cae en la trampa. La moza sugerente torna en bestia maligna y le muerde la yugular, o lo que es lo mismo, un tio con careta de mierda hace como que le chupa el cuello. Y ale, uno menos.

Una película cutre de terror no sería lo mismo sin una teta, la verdad.

Los demás compañeros se empiezan a preocupar porque el mánager no aparece, pero todos se quedan más tranquilos cuando descubren que también ha desaparecido la furgoneta. Lo más lógico es pensar que se ha ido de parranda en mitad de la noche, así que todos se van a la cama a chingar como buenos rockeros. Y es en mitad de la noche cuando los demonios de gomaespuma se van a cobrar una nueva víctima, con el truco de las pechugas otra vez. Demonios 2, género masculino 0.

Ven, que te voy a contar un secreto.

Ya puestos, y para rellenar, esa misma noche aparecen cuatro muchachuelas en esa cabaña donde Cristo perdió la sandalia, buscando a su grupo favorito (que a todo esto, se llaman los Tritonz, mierda de nombre donde los haya). Los recibe un monstruíto disfrazado de manager que se las come en un pis pas, así que casi mejor haberse ahorrado esa escena absurda.

Amanece un nuevo día y los demonios ya han suplantado varias identidades. Vemos un par de manos de latex secuestrando a gente, otro par de tetas y... zas, ya está casi todo el mundo muerto. Aparece también un niño de la nada, una parejita de rockeros lo sigue y... ay caramba, al nene le cambia la cara y ahora la tiene de goma. Ñam, ñam y adiós.

Total, que al final solo queda nuestro musculoso héroe, que ha estado pasando de todo hasta el final de la peli. Eso sí, se ha dado una extraordinariamente larga y cutre ducha ¿erótica? con su novia, para enseñar cacha en la película. En el enfrentamiento final, el líder de los demonios ataca al prota con todo su poder de marioneta y la ayuda de los demás monstruos de plástico, pero el forzudo se transforma en.... un ángel con tanga!!! Y es ahora cuando empieza lo bueno, la lucha entre el bien y el mal, ángel contra demonio, marioneta de trapo contra musculoso amanerado:

Hay una épica batalla etre una marioneta y el tipo musculoso, no sin antes luchar de forma más que ridícula contra unos muñecos de goma que le lanzan al rockero en bragas.

¡Ay, no! ¡No dejéis que el muñeco me chupe un pezón!

Sé que todo esto es demasiado surrealista para creerlo, así que ahí va la prueba:

Lo sé, es traumático. No sé que mierda se fumó el director a la hora de hacer esta bazofia, pero lo que sí está claro es que lo compartió con el resto del reparto, incluyendo las marionetas.